sábado, 12 de febrero de 2011

Cicatrices...

Cuando venimos a este mundo estrenamos un cuerpo y una mente que se nos dan impolutos, sin marcas, sin historia, un lienzo en blanco. A medida que la vida se abre paso aparecen pequeñas "manchas" que nos hacen fuertes, manchas de sangre, recuerdos imborrables, acontecimientos o situaciones que nos empeñamos en cambiar y nos hacen llorar, sufrir, sentirnos incomprendidos. Por suerte cuando vas creciendo, comprendes que a los demás también les pasan cosas malas, incluso horribles, injustas, entonces desarrollas la empatía y tu existencia, en cierto modo cobra sentido "por el otro".
Hace casi un año terminó mi !calvario personal", si lo comparamos con otras cosas que he vivido, tal vez suene a nimiedad, pero durante once años he estado sumida en una situación de bloqueo. Hoy comparto mi casa con una persona muy importante para mí que está como yo en aquel entonces. La impotencia que se siente al querer extender una mano que sabes que no quiere ser cogida, intentando arrancar sonrisas que aunque se dibujen no cobran significado...Tras la oscuridad siempre espera la luz, siempre sale el sol tras la tormenta, aunque el cielo ya nunca vuelva a ser el mismo, hay ESPERANZA para todos.
El último gran golpe recibido hace años hubiese sido bastante más letal que ahora, llevo una coraza nueva que no me deja derrumbarme, la vida sigue y las cicatrices nos recuerdan nuestro paso personal por el infierno, pero vivimos. No hay que dejarse morir poco a poco, cada nuevo día puede ser nuestro nuevo folio en blanco :)

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